Déjà Vu: ¿Se develó el misterio?

En algún momento de la vida, todos hemos llegado a un lugar, hemos estado en una situación que nos da la impresión que ya hemos vivido, pero a decir verdad no tenemos la certeza que así haya sido, para quienes no lo sabían esto es conocido con el nombre de “Déjà Vu”.

Este tipo de situaciones despertaron mi curiosidad hacia el mundo de lo místico, por ello siempre dediqué gran parte de mi estudios a investigar sobre el tema; lo primero que supe fue que la palabra Déjà Vu es de origen francés, quiere decir “Ya visto”, es decir, situación ya vivida.

Una de las primeras personas que se dedicó a investigar sobre este tema que a muchos suele espantar y dar escalofríos, fue San Agustín, una de sus conclusiones es que se debe a una reacción del cerebro, una reacción que nadie ha podido explicar con exactitud.

Uno de los consejos que suelo dar a las personas que se me acercan preocupados porque con frecuencia han tenido la sensación que ya “este momento lo he vivido”, es que se olviden que su cerebro les está jugando una mala pasada, ni muchos menos tengan que visitar al psicólogo porque consideran que se están volviendo locos, al contrario, sentir un déjà vu es señal de que no estamos solos, es una señal que nos da a pensar que existen posibilidades que hemos estado en otras vidas.

¿Qué dice la ciencia sobre el Déjà Vu?

Según la ciencia y los que se han dedicado a realizar extensas investigaciones sobre el tema, este tipo de sensaciones no es más que una alteración de la memoria, otros consideran que son producto de los sueños diurnos, en fin cada quien tiene una posible hipótesis – no comprobada- de la razón por la que esta sucede; efectivamente la ciencia jamás va a reconocer que un Déjà Vu nos está diciendo a través de nuestros recuerdos que aquello disfrutado, jamás será olvidado, es decir, si esa situación ha regresado al presente debe tener algún significado.

Yo me iría un poco más allá, es probable que esta sea la señal que venimos de otras vidas, y que nuestro cerebro supo almacenar en lo más recóndito esos momentos; es importante que sepan que esta es la conclusión a la que me han llevado mis estudios.

Tener un Déjà Vu no debe ser un motivo para inquietarnos, al contrario, debemos sentirnos felices de estar reconociendo algunos hechos que ya hemos vivido.